La conciencia nos permite comportarnos de una manera socialmente aceptable; son los pensamientos, palabras situaciones y actos que distinguimos como buenos y malos, correctos e incorrectos. Vivir de acuerdo a las normas básicas y el respeto, para la conciencia solo pueden pertenecer los que son buenos, sin embargo, la lucha contra la propia sombra (que todos tenemos, aquello que es considerado – generalmente por otros- malo, inmoral, que se sale de la norma…) nos quita fuerza. Por ejemplo el cisma de un hijo que quiere ser actor en una tradicional familia de abogados; la hija que no se quiere casar en una familia en la que el matrimonio es lo más importante; la persona que quiere dejar una vida acomodada (familia, trabajo que aporta ingresos seguros, etc.) por aquello que realmente le gusta, le apasiona, pero que nunca se atrevió a hacer porque podría defraudar a los demás.
La CONSCIENCIA tiene que ver con cada uno (con nuestro sentido de la responsabilidad) nuestras percepciones, sensaciones, reflexiones, deseos y anhelos. Pasa por observar nuestra mente y lo que ocurre en nuestro interior, soltar los «tengo que» y «debo de» que nos limitan para cambiarlos por lo que realmente queremos SER y hacer.
En sistémica la conciencia está relacionada con repetir patrones familiares, esquemas y paradigmas que permitan la supervivencia del clan; se perpetúan las normas del sistema para que nadie haga algo que pueda ser considerado desequilibrante para los demás, por tanto esta conciencia obvia o mantiene en secreto experiencias dolorosas como muertes, accidentes, ruinas económicas, que no han podido ser procesadas por las generaciones anteriores y que desafortunadamente afectan o se repiten en las generaciones venideras.
OBJETIVOS
Pasar de la conciencia sistémica a la CONSCIENCIA nos permite realizar una experiencia emocional correctiva, revisar la narración de diversos eventos, integrar los aspectos que nos limitan y superarlos. Cuando un individuo sale de la conciencia sistémica se da el permiso para poder vivir su propia vida sin culpa; aprende a conocerse a sí mismo, poner límites, fluir, soltar cargas y pesos, desarrollar sus propios proyectos y tener éxito en la vida. Este trabajo no solo ayuda a los asistentes al taller, sino que moviliza y transforma a su sistema familiar.
¿CÓMO LO HACEMOS?
Un viaje que tendrá como elemento principal la construcción del genograma, en el que además realizaremos meditaciones, movimientos sistémicos, Constelaciones Familiares Multidimensionales y experiencias en musicoterapia receptiva.
DIRIGIDO A
Personas interesadas en conocer y trabajar el genograma, las constelaciones familiares, etc. Aquellos que quieran liberarse de patrones, cargas y sufrimientos. Interesados en poner orden en su vida y/o realizar un cambio. Todo aquel que busque conocerse mejor, fluir y avanzar.
Solo 5 participantes por grupo manteniendo todos los protocolos anti-Covid. ¡PLAZAS MUY LIMITADAS!
¿CUÁNDO?
De enero a mayo del 2021, en cinco talleres de 4 horas de duración cada uno (un taller al mes). Fechas:
23 de enero
20 de febrero
20 de marzo
24 de abril
22 mayo
(Grupo de mañanas de 9:30 a 13:30. Si se completa el grupo se abrirá otro de tardes de 16:30 a 20:30).
INVERSIÓN
50 € por taller.
Reserva de plaza hasta el 18/01/2021.
MÁS INFORMACIÓN E INSCRIPCIONES
info@alfonsolopezruiz.es
625 066 193